En otro lugar ya he contado mi poca pasión por los himnos. Y ninguna por una nueva letra para ese himno español que, sin mucha emoción, escuchamos cuándo algún deportista gana medalla. Como decía Brassens, la música militar, nunca me hizo levantar. Ese es el problema del himno, que en vez de ser una música civil, nos suena a música militar. Y después nos repugna a los que tenemos años y memoria, el recuerdo del himno y su utilización en el franquismo con letra de aquél pazguato poeta llamado Pemán.
Olvidado aquello, vienen ahora que estábamos tan tranquilos sin letra, y casi sin himno, y pretenden ponerle nueva letra. No hay modo.
Yo recuerdo con cariño alguna letra con el tema, asunto, problema, lío de España de fondo. Entre otras, aquella España camisa blanca, de Blas de Otero y que cantaba Ana Belén.
Javier Rioyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario