Esta entrada es una colaboración enviada por Alejandro Pastor.
Garrincha, operario de una fábrica de telas, pobre, que llenó de alegría a todos los brasileños con su simplicidad y su arte futbolístico. Él fue la síntesis del brasileño: pobre, creativo y solidario”. Así definió Joao Pedro Stédile, fundador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, a Manoel Francisco dos Santos Garrincha (Pau Grande, 1933).Veinte años sin O anjo de pernas tortas (El ángel de las piernas torcidas) se cumplen mañana. Para todos, menos para el propio Garrincha, que murió en la miseria. “He sido y seré rico siempre. Rico espiritualmente, rico sentimentalmente...”, solía decir en los últimos días de su vida, cuando el alcohol y las depresiones ya habían logrado lo que apenas ninguno de sus marcadores pudo: amargarle la existencia. Garrincha fue un revientatodo; el pueblo reventaba de risa mientras él jugaba a ser un revienta-caderas. El pueblo reventó a llorar el día que él mismo reventó su vida.Sobre los defensas, que le sufrieron y que compartían el mote común de Joaos, construyó su grandeza aquel ángel negro que bailaba con el balón en los pies. Dicen que sus piernas torcidas, con las rodillas en paralelo como las de un esquiador iniciando un giro, favorecían aquellos cambios de dirección. Los amagues con la cintura que arrastraban al defensa, mientras la pelota permanecía quieta, eran las demostraciones de un narcisista del regate que jugaba para él y para el público: “Ya retirado, confieso que lo que más me gustaba era driblar. Me produce tanta nostalgia que a veces sueño que regateo y me caigo de la cama”.Al primero que Garrincha bautizo como Joao fue a Nilton Santos, para muchos, el mejor lateral izquierdo de la historia. La enciclopedia del fútbol, como se conocía a Santos, iba a marcarle el día que probaba para entrar en el Botafogo. Roberto Leite, presidente del Pau Grande, le advirtió del rival encargado de pararle. Y Garrincha, tan atrevido siempre, respondió: “En los entrenamientos del Pau Grande, Joao también me marca”. Después de aquella prueba, Nilton Santos, humillado, aconsejó su fichaje: “Mejor con nosotros que contra nosotros”. A partir de ahí fueron muchos los Joaos: el ruso Kuznetsov, el sueco Gustavsson en la final del Mundial 58, el jugador del Vasco da Gama, Coronel...Mañana, coincidiendo con el aniversario de su muerte, se preestrena en Viña del Mar la película La Estrella Solitaria, inspirada en la biografía del mismo título que escribió el brasileño Ruy Castro. Un acontecimiento que reavivará el debate abierto en Brasil sobre quién fue mejor: Pelé o Garrincha. El escritor brasileño Alex Bellos lo soluciona así: “Cuando los brasileños votan por Garrincha lo hacen con el corazón. Cuando es por Pelé, con la cabeza. Garrincha es un símbolo de Brasil. Pelé es una marca internacional, una empresa. Pelé simboliza la victoria y Garrincha el jugar por placer. Brasil no es un país de vencedores, es un país de gente a la que le gusta divertirse y él fue la alegría do povo (del pueblo)”. Dos décadas después su mito pervive. O dribla.Un conquistador: cinco mujeres y trece hijosLa polémica siempre acompaño a Garrincha fuera de los terrenos de juego. Sus líos de faldas y sus problemas con el alcohol contribuyeron a engrandecer su mito y su leyenda. Se dice que tuvo trece hijos con cinco mujeres. Tuvo ocho vástagos con su primera mujer, Nair, uno con la cantante Elza Soares; otro más con su amante Vanderleia, dos con Iraci, su última compañera y otro más con una sueca que conoció durante una gira con el Botafogo. Estos son los reconocidos, pero hay quién dice que tuvo más de treinta hijos y más de cuarenta amantes.Todo lo que tiene que ver con Garrincha se ha magnificado en Brasil. Cualquier prenda suya o cualquier fotografía son buscadas por los mitómanos.Su biografía, La Estrella solitaria, escrita por Ruy Castro, se agotó nada más salir a la venta. En su segunda edición, la obra fue retirada de los puntos de venta porque en ella se advertía de que Garrincha poseía un pene de veinticinco centímetros. Dos de las hijas de Garrincha denunciaron a Ruy Castro por atentar contra la moral de su padre, pero un juez dictaminó que eso nunca podría ser una ofensa, si acaso, “un orgullo”.Todo alcanzó notas de tragicomedia en la vida de Garrincha. Incluso su entierro, en el que Nilton Santos tuvo que poner orden arrojando una camiseta de Brasil sobre su ataúd y llevarlo a su pueblo, como era la última voluntad de Garrincha. Ocho mil personas acompañaron el féretro hasta Pau Grande y un cartel a su paso decía: “El mismo que nos hacía reír, hoy nos hace llorar”.Una tumba humilde y un mausoleo en su puebloComo si fuera un reflejo de su propia vida, Garrincha tiene una tumba humilde en Pau Grande, hoy ya Ciudad Mané Garrincha, y un mausoleo. La lápida, que suele tener siete velas, como su dorsal, refleja al Garrincha persona. El Mausoleo representa al Garrincha futbolista y en el se puede leer: "Manoel Francisco Dos Santos, Mane Garrincha, nacido en Pau Grande el 18-10-1933, fallecido el 20-01-1983, hijo de Amaro Francisco dos Santos y María Cabolina dos Santos, que durante la trayectoria de su vida fue el mayor divulgador de nuestro Pau Grande, de nuestro distrito de Mage, de nuestro Estado de Río y de nuestro Brasil, llevando alegría y entretenimiento, arrancando los delirios de las multitudes con su fabuloso e inimitable fútbol en todos los estadios del mundo. Era un dulce niño que hablaba con los pajaritos. Este mausoleo fue mandado construir por el pueblo magense en un acto de gratitud eterna. Fue ideado por su amigo de la infancia y prefecto de esta tierra. 02-11-85. Renato Cozzolino.
L. J. MOÑINO Diario As.com
Garrincha, operario de una fábrica de telas, pobre, que llenó de alegría a todos los brasileños con su simplicidad y su arte futbolístico. Él fue la síntesis del brasileño: pobre, creativo y solidario”. Así definió Joao Pedro Stédile, fundador del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, a Manoel Francisco dos Santos Garrincha (Pau Grande, 1933).Veinte años sin O anjo de pernas tortas (El ángel de las piernas torcidas) se cumplen mañana. Para todos, menos para el propio Garrincha, que murió en la miseria. “He sido y seré rico siempre. Rico espiritualmente, rico sentimentalmente...”, solía decir en los últimos días de su vida, cuando el alcohol y las depresiones ya habían logrado lo que apenas ninguno de sus marcadores pudo: amargarle la existencia. Garrincha fue un revientatodo; el pueblo reventaba de risa mientras él jugaba a ser un revienta-caderas. El pueblo reventó a llorar el día que él mismo reventó su vida.Sobre los defensas, que le sufrieron y que compartían el mote común de Joaos, construyó su grandeza aquel ángel negro que bailaba con el balón en los pies. Dicen que sus piernas torcidas, con las rodillas en paralelo como las de un esquiador iniciando un giro, favorecían aquellos cambios de dirección. Los amagues con la cintura que arrastraban al defensa, mientras la pelota permanecía quieta, eran las demostraciones de un narcisista del regate que jugaba para él y para el público: “Ya retirado, confieso que lo que más me gustaba era driblar. Me produce tanta nostalgia que a veces sueño que regateo y me caigo de la cama”.Al primero que Garrincha bautizo como Joao fue a Nilton Santos, para muchos, el mejor lateral izquierdo de la historia. La enciclopedia del fútbol, como se conocía a Santos, iba a marcarle el día que probaba para entrar en el Botafogo. Roberto Leite, presidente del Pau Grande, le advirtió del rival encargado de pararle. Y Garrincha, tan atrevido siempre, respondió: “En los entrenamientos del Pau Grande, Joao también me marca”. Después de aquella prueba, Nilton Santos, humillado, aconsejó su fichaje: “Mejor con nosotros que contra nosotros”. A partir de ahí fueron muchos los Joaos: el ruso Kuznetsov, el sueco Gustavsson en la final del Mundial 58, el jugador del Vasco da Gama, Coronel...Mañana, coincidiendo con el aniversario de su muerte, se preestrena en Viña del Mar la película La Estrella Solitaria, inspirada en la biografía del mismo título que escribió el brasileño Ruy Castro. Un acontecimiento que reavivará el debate abierto en Brasil sobre quién fue mejor: Pelé o Garrincha. El escritor brasileño Alex Bellos lo soluciona así: “Cuando los brasileños votan por Garrincha lo hacen con el corazón. Cuando es por Pelé, con la cabeza. Garrincha es un símbolo de Brasil. Pelé es una marca internacional, una empresa. Pelé simboliza la victoria y Garrincha el jugar por placer. Brasil no es un país de vencedores, es un país de gente a la que le gusta divertirse y él fue la alegría do povo (del pueblo)”. Dos décadas después su mito pervive. O dribla.Un conquistador: cinco mujeres y trece hijosLa polémica siempre acompaño a Garrincha fuera de los terrenos de juego. Sus líos de faldas y sus problemas con el alcohol contribuyeron a engrandecer su mito y su leyenda. Se dice que tuvo trece hijos con cinco mujeres. Tuvo ocho vástagos con su primera mujer, Nair, uno con la cantante Elza Soares; otro más con su amante Vanderleia, dos con Iraci, su última compañera y otro más con una sueca que conoció durante una gira con el Botafogo. Estos son los reconocidos, pero hay quién dice que tuvo más de treinta hijos y más de cuarenta amantes.Todo lo que tiene que ver con Garrincha se ha magnificado en Brasil. Cualquier prenda suya o cualquier fotografía son buscadas por los mitómanos.Su biografía, La Estrella solitaria, escrita por Ruy Castro, se agotó nada más salir a la venta. En su segunda edición, la obra fue retirada de los puntos de venta porque en ella se advertía de que Garrincha poseía un pene de veinticinco centímetros. Dos de las hijas de Garrincha denunciaron a Ruy Castro por atentar contra la moral de su padre, pero un juez dictaminó que eso nunca podría ser una ofensa, si acaso, “un orgullo”.Todo alcanzó notas de tragicomedia en la vida de Garrincha. Incluso su entierro, en el que Nilton Santos tuvo que poner orden arrojando una camiseta de Brasil sobre su ataúd y llevarlo a su pueblo, como era la última voluntad de Garrincha. Ocho mil personas acompañaron el féretro hasta Pau Grande y un cartel a su paso decía: “El mismo que nos hacía reír, hoy nos hace llorar”.Una tumba humilde y un mausoleo en su puebloComo si fuera un reflejo de su propia vida, Garrincha tiene una tumba humilde en Pau Grande, hoy ya Ciudad Mané Garrincha, y un mausoleo. La lápida, que suele tener siete velas, como su dorsal, refleja al Garrincha persona. El Mausoleo representa al Garrincha futbolista y en el se puede leer: "Manoel Francisco Dos Santos, Mane Garrincha, nacido en Pau Grande el 18-10-1933, fallecido el 20-01-1983, hijo de Amaro Francisco dos Santos y María Cabolina dos Santos, que durante la trayectoria de su vida fue el mayor divulgador de nuestro Pau Grande, de nuestro distrito de Mage, de nuestro Estado de Río y de nuestro Brasil, llevando alegría y entretenimiento, arrancando los delirios de las multitudes con su fabuloso e inimitable fútbol en todos los estadios del mundo. Era un dulce niño que hablaba con los pajaritos. Este mausoleo fue mandado construir por el pueblo magense en un acto de gratitud eterna. Fue ideado por su amigo de la infancia y prefecto de esta tierra. 02-11-85. Renato Cozzolino.
L. J. MOÑINO Diario As.com
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