Todos somos arquitectos de edificios derruidos.
Todos creamos versos inútiles,
desilusionamos a nuestros amores
e intentamos,
inútilmente,
Todos creamos versos inútiles,
desilusionamos a nuestros amores
e intentamos,
inútilmente,
bebernos todo el agua del mar
aun sabiendo que solo el lo puede conseguir.
Porque en la fundación, en la defensa
de la tristeza y de la belleza,
nuestro maestro eras tu
Porque en el club de ocio y vicio de Antonio Vega
ya vuelve a correr la "Maria" a bajo precio.
Porque en el embarcadero sumergido
de Antonio Vega
ya no cabe ningún navío hundido.
Porque en el cielo rojo
de Antonio Vega,
el sol no se ve amarillo
si no negro y difuso.
(Alejandro Pastor)
aun sabiendo que solo el lo puede conseguir.
Porque en la fundación, en la defensa
de la tristeza y de la belleza,
nuestro maestro eras tu
Porque en el club de ocio y vicio de Antonio Vega
ya vuelve a correr la "Maria" a bajo precio.
Porque en el embarcadero sumergido
de Antonio Vega
ya no cabe ningún navío hundido.
Porque en el cielo rojo
de Antonio Vega,
el sol no se ve amarillo
si no negro y difuso.
(Alejandro Pastor)
2 comentarios:
a mi, Javier
la primera frase me parece demoledora
ufffff
Hola Paula.
Efectivamente, el primer verso del poema de Alejandro Pastor es un directo que te deja tururato.
Una de las luchas más difíciles es enfrentarnos a nuestras ruinas, eso que es tan fácil ver en los demás, se hace complicado en nosotros mismos.
Una lección, si señor.
Salu2 Córneos.
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