sábado, 17 de marzo de 2007

28 soñar

A menudo no sé dónde mirar, a quién mirar. Las madres lloran y mi mirada se pierde. Acabo mirándome a mí mismo. Intentando pensar si lo podía haber hecho de otro modo. Acabo mirando a mis compañeros, como pidiéndoles explicaciones que tampoco ellos tienen. Miro al suelo y sólo encuentro insectos.
Miro al cielo y exijo que alguien pare el mundo. Lo destruya y lo vuelva a crear.
Y luego bajo la mirada, y vuelvo a mirar a la madre que llora, y llorando se aleja con el cadáver en brazos. Envuelto en una tela de colores. Se distancia sola, sin más compañía que la de su hijo muerto. En sus brazos. Ya no va a su espalda. Ya no se mueve. Permanece rígido y firme. Ya no sufre la sed, ni la enfermedad.
Y necesito fuerzas para levantar mis ojos, y ponerlos de nuevo sobre otro niño que todavía respira. Que debes seguir respirando. Porque es su derecho a vivir, a soñar.
(Xavier Casero, médico pediatra de MSF en Níger)

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